- Porque utilizamos para su conservación agua de mar depurada, sólo por métodos físicos, no cualquier agua.
- Porque utilizando agua de mar evitamos la pérdida de sabor derivada del uso de agua corriente; así enriquecemos los lomos de bonito desde el punto de vista nutricional, dado el alto contenido en calcio, yodo y magnesio de un agua, que no tiene colorantes, ni conservantes, ni productos químicos.
Hay varios pasos en su depuración: se realiza un primer filtrado del agua en el momento de su captación; después, llega el reposo en depósito durante 24 horas, fase en la que se realiza un segundo filtrado natural (mediante el proceso de decantación); el tercer paso es el microfiltrado; la cuarta etapa da lugar a los tratamientos a base de ozono y luz ultravioleta; y, por último, se aplica un segundo microfiltrado.
“Ejerce como un potenciador natural del sabor y reduce el uso y consumo de sal común”